Principio 1 – Ley de los Semejantes
Lo semejante cura lo semejante
Hahnemann, en sus tiempos de práctica en Alemania, ejerciendo la medicina tradicional con los medios terapéuticos que imperaban, se daba cuenta que los pacientes mejoraban, mas no se curaban, ya que los venía venir una y otra vez por el mismo padecimiento.
Cansado de estos resultados, decidió abandonar la práctica de la medicina, y dedicarse a traducir libros. En ese orden inicia con la traducción de La Materia Médica de Cullen, el cual le da la pauta para entender como al ingerir la corteza del árbol de Chinchona Officinalis, Quina, es capaz de producir los mismos síntomas del paludismo, al experimentarlos en sí mismo.
Iniciando con esto la premisa, que sería posteriormente la Ley de semejante:
“Una sustancia a dosis masiva en una persona sana es capaz de producir una serie de síntomas, los cuales puede curar esos mismos síntomas en una persona enferma”.
Dando esto a otro principio como es la Experimentación Pura, del cual hablaremos en otro episodio.
Entonces, si yo tengo ciertos síntomas, en un enfermo, yo le doy un medicamento semejante a su sufrimiento, entonces estos síntomas serán reducidos por ley de semejantes, aquí también se concatenan otros principios como la Individualidad Morbosa y Medicamentosa, tema para la próxima sección.